En esta sección, las imágenes están protagonizadas por hombres y mujeres que trabajan. Pero no sólo haciendo sus labores en los lugares de trabajo. Tal como nos ha mostrado el historiador Ricardo Falcón, el concepto de mundo del trabajo incluye la cuestión social, la cuestión obrera, la cultura del trabajo y la cuestión étnica. Caben aquí desde los hacheros del norte santafesino hasta los trabajadores portuarios, pasando por las maestras, los obreros portuarios, empleados/as de comercio, peones rurales, cosecheras/os de algodón, obreros/as de la carne, costureras, y tantos otros y otras que trabajaron para poder vivir.
En el caso de ciudades como Rosario, el contingente de trabajadores era diverso: obreros especializados y no calificados, estacionales y permanentes, asalariados y por cuenta propia, ambulantes y fijos. En algunos barrios se instalaron industrias como molinos, refinerías, fábricas varias, talleres del ferrocarril, que emplearon un gran número de obreros con diferentes grados de calificación laboral. Al mismo tiempo, la mano de obra no calificada (jornaleros, peones) crecía al ritmo de las obras públicas (extensión de los servicios, urbanización) y las actividades portuarias. Progresivamente, muchos de ellos se transformaron en “empleados” de los nuevos comercios y otros se dedicaron a oficios manuales. Mientras que en el campo y los pequeños pueblos agrícolas, el mundo laboral era diferente, pero no menos duro: en los algodonales y quebrachales del norte o en las chacras cerealeras del centro y del sur, hombres y mujeres trabajaron y se organizaron por sus derechos.
Las décadas que comprenden este archivo, son fundamentales para la historia de los trabajadores en la provincia y el país. A mediados de los años cuarenta, con la llegada del peronismo al gobierno, comenzó una serie de transformaciones socio-laborales que marcarían para siempre la experiencia de los trabajadores y trabajadoras. Más allá de los matices y las ambigüedades que acarrea cualquier balance que se haga del período, es claro que la imagen que obtendremos de los años veinte será muy diferente a la de cuatro décadas después. Aspiramos a que las fotografías que aquí se alojen aporten a la construcción de un cuadro rico y complejo, que dé cuenta de los cambios y continuidades en el mundo laboral.